Plegaria Eucarística B

Plegaria Eucarística B

El pueblo permanece de pie. El Celebrante, sea obispo o sacerdote, de cara al pueblo, canta o dice:

El Señor sea con ustedes.

PuebloY con tu espíritu.

CelebranteElevemos los corazones.

PuebloLos elevamos al Señor.

CelebranteDemos gracias a Dios nuestro Señor.

PuebloEs justo darle gracias y alabanza.

El Celebrante continúa:

En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.

Aquí, todos los domingos y en las ocasiones que se indique, se canta o dice el Prefacio Propio.

Por tanto te alabamos, uniendo nuestras voces con los Angeles y Arcángeles, y con todos los coros c elestiales que, proclamando la gloria de tu Nombre, por siempre cantan este himno:

Celebrante y Pueblo:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

El pueblo permanece de pie o se arrodilla.

El Celebrante continúa:

Te damos gracias, oh Dios, por la bondad y el amor que tú nos has manifestado en la creación; en el llamado a Israel para ser tu pueblo; en tu Verbo r evelado a través de los profetas; y, sobre todo, en el Verbo hecho carne, Jesús, tu Hijo. Pues en la plenitud de los tiempos le has enviado para que se encarnara de María la Virgen a fin de ser el Salvador y Redentor del mundo. En él, nos has librado del mal, y nos has hecho dignos de estar en tu presencia. En él, nos has sacado del error a la verdad, del pecado a la rectitud, y de la muerte a la vida.

Al decir las palabras relativas al pan, el Celebrante lo toma en sus manos o impone una mano sobre él; y al decir las palabras relativas al cáliz, lo toma en sus manos o impone una mano sobre él y sobre cualquier otro recipiente con vino que hubiere de consagrarse.

En la víspera de su muerte por nosotros, nuestro Señor Jesucristo tomó pan; y dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: “Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto como memorial mío.”

Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: “Beban todos de él. Esta es mi San gre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre que lo beban, háganlo como memorial mío.”

Por tanto, oh Padre, según su mandato,

Celebrante y Pueblo:

Recordamos su muerte, Proclamamos su resurrección, Esperamos su venida en gloria;

El Celebrante continúa:

Y te ofrecemos nuestro sacrificio de alabanza y acción de gracias, Señor de todos; ofreciéndote, de tu creación, este pan y este vino.

Te suplicamos, Dios bondadoso, que envíes tu Espíritu Santo sobre estos dones, para que sean el Sacramento del Cuerpo de Cristo y su Sangre del nuevo Pacto. Unenos a tu Hijo en su sacrificio, a fin de que, por medio de él, seamos aceptables, siendo santificados por el Espíritu Santo. En la plenitud de los tiempos, sujeta todas las cosas a tu Cristo y llévanos a la patria celestial donde, con [_______ y] todos tus santos, entremos en la herencia eterna de tus hijos; por Jesucristo nuestro Señor, el primogénito de toda la creación, la cabeza de la Iglesia, y el autor de nuestra salvación.

Por él, y con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por siempre. AMEN.